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Alguien voló y fue libre...escribiendo

Si lo se, me voy de pinchos

Aprovechando mi larga estancia en Zaragoza durante las vacaciones de Navidad, invite a dos colegas mios de Turquía a pasar unos días y conocer mi ciudad de la que siempre he estado tan orgulloso. A pesar de pertenecer a otra religión, de proceder de un país Laico para el que no lo sepa pero en conflicto político-religioso, de tener nariz larga y rasgos morescos, se les puede llevar de tapas, de vinos y de copas sin ningún problema. Durante varias noches recorrimos la parte vieja de Zaragoza rondando los pequeños barecitos del “tubo” y atravesando las angostas calles del casco viejo tomando unos pinchos, probando de todo y acabando a veces perjudicados de tanto vino.

Los lleve al estadio de la Romareda, a ver el partido de vuelta de Copa del Rey contra el Pontevedra, que terminó con la clasificación del Real Zaragoza con gol en el ultimo minuto, lo que nos dio la clasificación, que por cierto manda cojones que tengamos que estar al borde de una angina de pecho jugando contra un equipo de segunda B. Pero aún así salieron encantados del partido, del ambiente y sobre todo del resultado.

Al día siguiente llegaba el plato fuerte, la visita turística por Zaragoza, algo que tenía ganas de enseñar, de que conocieran después de tanto tiempo hablándoles de ello y machacándoles con la Expo 2008.

Pues bien, acudimos a la oficina de turismo de Zaragoza para pedir una visita guiada que empezaba a las 12 del mediodía y  para mi sorpresa no existen guías de lengua extranjera mas que en Julio y Agosto.  Aún así me vi capaz de ir traduciendo poco a poco lo que iría explicando el guía y nos lanzamos al tour turístico.

Tras hora y media de visita, habíamos dedicado mas tiempo a una puerta romana situada al lado del mercado central y nombrar las pastelerías y joyerías de la calle Alfonso que a la explicación minuciosa del barrio de la Judería o la Plaza de La Seo.

En mi vida había sentido tanta vergüenza ajena por la incompetencia de un guía que ni tan siquiera daba pie al grupo a preguntar dudas, a palpar el ambiente, a participar en la historia y porque no a sentirse un maño mas. Las calles del casco histórico las recorríamos como si llevaramos un petardo en el culo, como si hubiéramos pedido mesa en un restaurante al final de la visita y llegábamos con dos horas de retraso, ni siquiera dejándonos tiempo para hacer unas fotos con la puerta de la Iglesia de San Cayetano, o por lo menos darme una tregua mientras le explicaba en inglés algo que no había sabido casi ni explicar en español.

Por último, llegando ya al fin de la visita, nos acercamos a la catedral de La seo, cerca de la Plaza del Pilar y es entonces cuando pregunto si se puede entrar a verla contestándome efusivamente el joven guía que no puede esperarnos, que eso no forma parte de la visita y ella tenia que irse, efectivamente como si llegara tarde a un restaurante. Le invitamos muy educadamente a que se fuera porque estábamos muy interesados en ver la catedral por dentro, y naturalmente allí terminó el tour. Un tour de hora y media, donde vimos con muchísimo detenimiento una puerta romana, donde nos contaron quien mando destapar el teatro romano, nos abrieron el apetito en numerosas ocasiones cuando nos deteníamos en las pastelerías, y no nos supieron explicar la historia de la catedral de Laseo.

Curiosamente coincide todo esto con que hace poco menos de un mes estuve en Berlin donde acudimos a la puerta de Brademburgo para contratar un guía en español, pero ésta vez porque todo el grupo que estábamos interesados eran españoles y no por el desconocimiento de la lengua.

El tour duró 4 horas que se me pasaron como media, nos enseñaron lo más histórico e importante de la ciudad, desde el Parlamento a la Isla de los Museos, y todo ello amenizándolo con pequeñas anécdotas como el bunker donde si suicidó Adolf Hitler, terminando la visita con una explicación de mas de 20 minutos de la caída del muro de Berlin y su transcendencia en el país que por poco no acaba llorando mas de uno.

Sin animo de ofender a nadie, y mucho menos a la guía que nos enseñó Zaragoza, sino haciendo una crítica constructiva, creo que valdría la pena dejar de hacer el capullo paseando a una mascota con forma de gota por la ciudad y ponernos serios de una vez, porque a falta de unos meses para que comience la EXPO 2008 tenemos guías que no saben mas que español, que no tienen ni idea de guiar a un grupo y que conocen mejor las pastelerías de su ciudad que sus propios monumentos. Lamentable.

3 comentarios

rubo -

Que bien volver a leerte ferri! Me interesa saber que te mantienes en tu estado mental (ni sano ni loco, es algo distinto). La próxima vez, ves de pinchs directamente, te lo pido por favor! Bueno p´ractica bien los idiomas que en la expo 2008 te harán falta n?

Fénix -

En España somos así, zaragoza no es una excepción... "la teoría económica siempre está ahí en cualquier campo de la vida"

Comprendo tu indignación... en fin no taladro más, liala, de frutas.

javispace -

Penosa la competencia de algunas personas. Me vales mucho más tu como profesor de matemáticas del negrito.

Hay otra cosa, aunque hables de cosas serias, me entra la risa con estas historias. Es que te me imagino con la sonrisa en la cara, una carcajada, tu cabeza, o tus expresiones y gestos...y es dificil...¿De qué planeta viniste Ferri?