Drogas divinas: El lastre estacional
Uno de los grandes misterios de la Historia (o vida, o tiempo, o "todo") es la descomposición de la misma en números, en partes, en ciclos, en fases, en periodos... Ya sea el día, el mes, el año, el siglo, o la completa Historia son separados en trocitos para asignarles diversos atributos y nomenclaturas. Menudos caprichitos que tenemos ¿no? En fin...en algo hay que invertir el tiempo...
La cuestión es que nosotros, los seres humanos, somos nostálgicos (¿vosotros tambien no?) Nos cuesta poco echar la vista hacia atras y rememorar aquel acontecimiento que nos exaltó, nos hizo llorar o reir, o simplemente sentir...
En esa nostalgia y recuerdo hay un aspecto realmente interesante. Es lo que yo llamo el "lastre estacional".
Todos los veranos de mi infancia, pubertad y parte de mi adolescencia los pasaba en el Pirineo (hasta que el fútbol y su mal colocada pretemporada deshacia otra posibilidad turistica o de ocio). No me es dificil recordar los viajes a Villanúa.
¡Mama! !Hoy último día de cole! !Oeoeoeoe! - exclamaba un servidor mientras se preparaba los "Chocokrispies" en un plato sopero y a la vez sonaba en la radio "La rebotica". Era cuestión de ir al colegio, despedirse de los profes, y salir al patio a hinchar globos de agua para llegar a casa tibios de agua y recibir las reprimendas correspondientes: un guión repetido cada año, pero... ¡que divertido ser protagonista en esas condiciones!.
Si alguna chica te "hacia tilín" la despedida se volvía un poco más compleja, ya que había que forzar una coincidencia en la salida, o mojar (¡y que ella lo viera!) a alguno de los candidatos mas fuertes, o simplemente marcarse una despedida educada y cariñosa.
La llegada a casa era medio triste, medio jubilosa, algo extraño... Mama, ¿a qué hora salimos?.
El viaje seguía siendo extraño, se mezclaba la reflexión sobre el año que transcurría y las ilusiones sobre el verano (¿qué pasará?). La primera parte del viaje (San Mateo, Zuera, Almudevar...) la mente se quedaba en blanco. No estabas en Zaragoza, ya fuera en tercero, cuarto, quinto, sexto de EGB, y tampoco estabas en Villanúa, despreocupado y tranquilo. Estabas en un coche y con un paisaje aburrido y Elton John de fondo te daba mucho tiempo a pensar.
Al pasar Jaca e ir llegando a Castiello, la montaña se acercaba, y los recuerdos iban llegando. Comenzaba un olor particular que te transladaba a otra dimensión. Yo quería sentir el olor particular de allí arriba de manera aún más intensa... ¿Mama, puedo bajar la ventanilla? Mi única preocupación era sacar la cabeza, "respirar la naturaleza", aspirar el pasado, sentirlo y dejar funcionar al "lastre estacional". Ese olor se transformaba en sentimientos, podía sentir "los veranos de mi vida", lo que significaban para mí, lo que me esperaba.... Me sentía especial, ME SENTÍA, que no es poco.
Hoy, 11 de marzo de 2007, en otro momento de mi vida, me he ido a correr al parque, y, por primera vez este año, he sentido el lastre estacional....
...olía a primavera...
Recuerdos, dolor, alegría, amor, amistad, diversión, ilusión, nostalgia...
- Hay drogas que no tienen forma de pastilla ni de polvo; hay drogas que no son ni sintéticas ni naturales... SON HUMANAS, aún diría más, SON DIVINAS.-
4 comentarios
Teresa -
chulísima la frase con la que terminas.
un saludo!
Fénix -
Las drogas humanas son las mejores.
Las sintéticas ilegales malas, las legales un parche, también nocivo.
*Estás consiguiendo eso que me comentaste hace tiempo...*
* Es 2008 * --> Más que un lastre un despiste xD
javispace -
Tio, pasate por económicas y nos tomamos dos o tres litros de Aquarius y montamos una buena party en los bancos de Gran Vía.
En cualquier caso, fuerza algo de cara a este viernes tio... :D Besitos.
rubo -