Veni, vidi, vici

Pasó lo que tenía que pasar. Paseito por el Santiago Bernabéu y descojone general. Algo que era de esperar de un equipo que ha batido records, pero todavía no podía bajar los brazos a pesar de lo que todos hemos podido escuchar y leer las últimas semanas.

Y es que un Barcelona finalista de la copa del rey, semifinalista de la Champions y amo y señor de La Liga española estaba claro que no iba a ir a Madrid de visita, y mucho menos tal y como están las cosas. La constancia, el buen juego y la perseverancia con la que jugó anoche el equipo de Guardiola demostró que si de algo puede presumir es de buen fútbol. Cuando media España creía que los azulgranas se habían achantado después del empate en Barcelona contra el Chelsea y la lesión de Márquez dejando tocado el cuadro titular, el Barcelona sacó la casta que el Madrid no tuvo ocasión de mostrar, tocó, tocó y volvió a tocar como si de un rondo se tratase ante la mirada atónita de los miles de espectadores que estaban siendo testigos de lo que es un trabajo bien hecho. Nadie podía esperar un resultado tan abultado como el que vimos, ni tan siquiera un Juande, que viendo el primer gol de Higuaín, se frotaba las manos esperando un segundo gol que no llegaría hasta bien mediada la segunda parte.

Habrá que esperar a que llegue Florentino haciendo alarde de sus galácticos, y traiga de su mano a algún ZIDANE, RONALDO o BECKHAM para que Madrid pueda volver a ver Fútbol sin complejos, jugadas con ruletas, caños y vaselinas, goles de volea en semifinales de Champions y japoneses por las calles de nuestro país con la camiseta blanca y un 23 a la espalda, porque de momento y con ánimo de ofender, lo veo crudo.

 No nos engañemos nadie, porque ésta temporada hay un líder absoluto, y haciéndo honor de las célebres palabras de Julio César “VENI VIDI VICI”   Pep después de su primera temporada como entrenador del F.C. BARCELONA  puede decirlo con la cabeza alta. Vine, he visto, y he vencido.