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Alguien voló y fue libre...escribiendo

Contigo aprendí

Contigo aprendí

Llegaste como el pequeño salvaje, aunque limpio y enseñado. De eso hace ya seis años. En este tiempo aprendimos que Casablanca no era una ciudad sino un estado de ánimo. Que París no está en Francia. Está donde uno quiera. Que la persona no es sólo una, que puede ser muchas o ninguna. Que ir detrás de las faldas como un loco es un vicio necesario. Que las chicas bonitas tienen todo el sentido, ya sean como un pajarico. Que sólo queremos tener algo bonito. Que en Hiroshima, mi amor, no sólo cayeron bombas. Que chocar de bruces contra la pared puede ser la solución, porque las nubes siempre pasan. Que muchas veces la función se desata entre candilejas. Que el amanecer quizá sea el momento más bonito del día, y que la noche (jo) puede ser muy divertida. Que 188 minutos no es tanto tiempo si estas de viaje. Que robar una bicicleta es el peor de los delitos. Que cantar bajo la lluvia puede alegrarte el día. Que ni los verdugos son tan malos ni los misioneros tan buenos. Que los cuentos son sólo cuentos, sean en Tokio o Montevideo. Que el último será el primero y los olvidados nuestros amigos. Y que aunque existen muchas formas de vivir la vida, disfrutamos un sueño compartido. Pues mis recuerdos, no sé cómo, son tuyos. (...) Sólo espero, amigo mío, que te dé por volver...

 - Articulo dedicado a Paco de Campos. Amigo que en estos momentos se encuentra en Perú.-

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