Con imaginarlo es suficiente
Es como si una mochila fuera recibiendo arena de reloj segundo a segundo, minuto a minuto. Reloj de arena grande muy grande, pero ya que ni la propia vida es infinita, tampoco lo es la grandeza de su mudo tic tac. El reloj de arena en una mano y la mochila, cada vez más pesada, en la otra.
Te miras a las manos y descubres el rebosar de la arena.
Lo haces coincidir con el final del reloj. Lo imaginas, con eso es suficiente.
Corres muy muy rapido con la mochila colgando. Corres sin dirección. ¿Qué es la dirección cuando se trata de encontrar una playa, la playa de tus sueños?
Te tropiezas, se cae la mochila, te caes tu, y cae la arena. Intentas mezclar la arena con la arena y dejas bien vacía la mochila.
Respiras hondo y te mezclas con el universo.
Con imaginarlo es suficiente.
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Anónimo -
Fénix -