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Alguien voló y fue libre...escribiendo

Luces rojas

Esta mañana subía hacia el "campus" de la Universidad y a la altura de la Calle Tomas Bretón ha tocado dentro del "orden aleatorio" de mi Mp3 la canción "Pongamos que hablo de Madrid". Como soy una persona que, consciente o inconscientemente, hace muchos prejuicios, nunca creí que con ese título, esta canción me llegara a emocionar.

El caso es que hoy me he concentrado en escucharla. El volumen lo he puesto altísimo, porque de vez en cuando me gusta darme un capricho, y, he sentido un momentillo de esos que hay que valorar como "especial". Es como si...me hubiera puesto en la piel de Sabina cuando le ocurrió eso, cuando sintió una ciudad que le superaba, o por lo menos, que rompía con situaciones, criterios o valores que había conocido. Claramente, Sabina, no solo aprecia distinción entre Madrid y lo demás, sino entre un Madrid anterior y posterior. Dice "Las niñas YA no quieren ser princesas", pues antes, parece que sí querian serlo (obligadamente...) Fijaros si el recorrido que hace tiene cáriz cronológico, que hasta se hace conjeturas sobre su muerte, o sobre la muerte que le venga a visitar en el futuro.

En algunos momentos da un toque trágico al informarnos de que en ese lugar "los pajaros visitan al psiquiatra", "las estrellas se olvidan de salir" y que lo único que le queda a el es "un agujero".

Ese desarraigo que provoca la ciudad, que rompe con el estado de naturaleza, distrae el momento histórico en el que menos desarraigo político hay. En 1400 había camas, comida, y sobretodo, personas, pero estas, quedaban anuladas por la política caciquista y déspota. En 2000 hay democracia y se le da tanta importancia a la persona, que incluso (¿qué menos no?) cada individuo tiene un voto. Ahora bien, se junta a ello, un sistema y un orden que parece que absorbe a "esa persona".

"Pongamos que hablo de Madrid" me ha hecho sentir esa sensación. Me ha hecho sentir miedo en la inmensidad o "miedo a la enormidad" como diría uno que yo me sé.

Me he acordado, mientras le daba vueltas a la canción, de otra sensación similar. La que me produce, pero sobretodo, me produjo en su momento ver la película "Seven" (1995).  Estamos hablando de ambientes de ciudades que superan con creces los cánones de extensión e impersonalidad que tiene una ciudad europea. Incluso podrian considerarse "ambientes futuristas"...¿o no os recuerda el agente Mills (Brad Pitt) mojandose bajo la lluvia y pisando coches a Deckard (Harrison Ford) en Blade Runner enfrentandose a parecida situación?

En esta película, no se le pone nombre a la ciudad que le da soporte, llueve desde un principio, dias grises, oscuridad, edificios grandes, muchas puertas en cada piso de los edificios, un matrimonio que es matri-monio en los momentos mas importantes y sin remedio; personas como John Doe, como Viktor, y sobretodo, como Morgan Freeman, la conciencia de la pelicula. Toda la ambientación de la pelicula merece tantos elógios como la propia historia y espectacularidad de la misma y de su guión.

Aquel día fuí al cine con mi padre. Fue una época en la que soliamos ir al cine, y vi grandes peliculas encadenadas: como "En la linea del fuego" (1993) o "Cadena perpetua" (1994).

No recuerdo en que cine la ví, pero era muy oscuro, y tenia luces rojas para marcar la numeración de cada fila. Era el cine perfecto para verla, aunque eso solo lo supe despues, una vez vista. Salí del cine perplejo, no quería que ese momento terminara. Es como cuando el Barsa gana la Copa de Europa una noche, y te tienes que ir a dormir... Yo no quería hablar de otra cosa que no fuera la película. Le dije a mi padre, "oye Papa, la película increible, ¿eh?", y el respondía "Muy buena". Es hombre de pocas palabras...yo quería más. Me tuve que ir a dormir con todo eso dentro. Aquel día no fue un día cualquiera. Me emocioné tanto más que hoy...

No creo que quede mucha gente que no haya visto la pelicula. Los que no lo hayan hecho, que la alquilen, que apaguen las luces del salón y que se embarquen en un viaje por la inmensidad y la inseguridad que produce estar en un laberinto, con cosas peores que un Minotauro. Rezad para que en el Madrid de Sabina no haya que incluir nuevas estrofas. 

Si pudierais poner tambien luces rojas...

 

1 comentario

Fenix -

Veo que esta vez si que te has superado. Chapó.