Montesquieu y el sentido común
Decía Montesquieu que para ser buen juez primero hay que ser decente luego valeroso, pero lo fundamental es tener sentido común, y si además sabes derecho mucho mejor.
A ser decente se aprende en casa, ser valiente se lleva dentro, tener sentido común depende de los que te rodean. Para saber derecho hay que estudiar.
Montesquieu pensaba, y no le falta razón que un buen juez debe de tener todas esas cualidades, sentido común, ser valeroso, decencia, y por supuesto saber derecho.
En España, el sistema que se creo para el acceso a la carrera judicial cubre tan solo una de las cualidades anteriormente citadas “saber derecho” ya que las pruebas para acceder a la carrera judicial consisten en una serie de exámenes teóricos y uno practico, haciendo máximo hincapié, por no decir único hincapié, en la memorización de los diversos temas.
Se trata a mi juicio de un sistema arcaico y desfasado, que no cubre claramente las necesidades racionales que necesitamos en los tiempos actuales, pero sin embargo se trata de un sistema que garantiza la seguridad jurídica. Garantiza la seguridad jurídica porque es un sistema objetivo sobre una materia determinada; el conocimiento del derecho.
Es cierto que además de ese conocimiento de derecho debería de haber mas pruebas de carácter racional o de carácter cultural, para construir un sistema judicial donde no solo formen parte cabezas memorísticas sin capacidad para reflexionar sobre cuestiones suprajuridicas (por supuesto este no es el caso de nuestro amigo Javi ). En algunos países optan por el sistema de las entrevistas haciendo una serie de preguntas y en muchos casos llegando a mantener un debate político entre opositor y miembros del tribunal.
El fundamento de la idea no es malo, pero las consecuencias, son nefastas, y la realidad es que la mayor calificación se las llevan los hijos de padres que se encuentran en las altas esferas.
Recientemente el ministro de justicia ha planteado una posible reforma del acceso a la carrera judicial, dicha reforma consistirá en abrir un nuevo camino para acceder directamente a los puesto de jueces y fiscales. El señor ministro plantea que además de la posibilidad de opositar tal y como se hace actualmente, los alumnos de UNIVERSIDADES PUBLICAS que tengan los mejores expedientes podrán optar por acceder directamente a la carrera judicial.
Este criterio no solo no cubre las cualidades de sentido común, valerosidad, decencia sino que además es discriminatorio hacia los alumnos de universidades privadas , recordar que Deusto es una de las mejores de Europa, y pone en serio riesgo la seguridad jurídica, dando el poder a cada profesor y a cada universidad de “hinchar” la calificación de determinados alumnos para que puedan verse beneficiados por la reforma, rompiendo así el criterio objetivo e igualitario que debe de estar presente para formar parte de la administración publica.
En países como Alemania han creado la posibilidad del acceso a la carrera judicial teniendo en cuenta las calificaciones no del expediente académico, sino de un examen estatal. Una vez terminada la carrera todo alumno que haya terminado sus estudios de derecho debe de someterse a lo que se denomina el gran examen, y digo TODO ALUMNO, teniendo en cuenta universidades privadas y publicas. Sobre la calificación de ese examen estatal, los mejores van a notarios y los “segundos mejores” a jueces.
Es un sistema a mi modo de ver que cumple con el objeto, “aparente” de la idea del señor ministro, siendo mas igualitario y mas coherente con la seguridad jurídica, Lo que ocurre es que la igualdad y la seguridad jurídica no son los objetivos que persigue el gobierno , lo que quieren es una mayor dependencia del poder judicial ante el poder político, pudiendo ya no solo elegir a los miembros del máximo órgano de gobierno de los jueces, el CGPJ compuesto por 20 miembros elegidos por las cámaras, sino que además podrían desde las universidades como ya he dicho anteriormente “hinchar” las calificaciones de alumnos con ideología vinculante a su cuerda.
Si queremos que España sea una autentica democracia debemos de dar pasos hacia independencia de los tres poderes, si se lleva acabo esta reforma será un gran retroceso para la democracia y una gran victoria para el camino hacia la consolidación aun mas de la partitocracia.
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