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Alguien voló y fue libre...escribiendo

Derecho y economía (Por Carlos Ara)

La importancia del corazón en la política

Que me callen si miento, pero debe ser que siempre quiero lo que no tengo, o que con el tiempo todo se invierte.

 

             Llevo dos semanas seguidas que el Señor Zapatero me está gustando. Y el Señor Rajoy me está decepcionando. Eso sí, no pienso votar a ninguno de los dos como de costumbre.

 

             Inocente de mí, en segundo de carrera (año 2004, diciembre más o menos) le pregunté a un profesor de Derecho Constitucional (un rojazo por si os interesa) que si no era una falta de respeto tocar tanto el tema del 11-M por las víctimas. Se me rió, y la cause fue que según él, existía una auténtica lucha por las indemnizaciones. Qué queréis que os diga, no digo que vaya mal, pero la pérdida de un ser querido no me la compensa una indemnización.

 

              Bueno pues sale la Sentencia, y como ese asunto se politizó tal  yo ya me veía venir que “que Zapatero entró desde Iraq por Atocha y que se iba a ir por Barajas de la mano de De Juana Chaos”. Es increíble, han pasado cuatro años y todos (sobre todo el PP) caen en el ajo y sale Aznar diciendo que los auténticos culpables no están por el desierto. Fue el peor atentado de este país, ¡no lo politicen por favor! Eso sí, admiro que el Señor Zapatero no lo vaya a usar como argumento en su campaña electoral.

 

              ¿Y ayer…qué? Bueno pues pese a que yo hubiera hecho lo mismo que Don Juan Carlos, no estoy de acuerdo con él, porque no lo debería haber hecho. Soy un defensor suyo acérrimo pero la edad debe causar sus efectos. Se le debe de haber olvidado que el mejor desprecio es no hacer aprecio. Creo que el Señor Zapatero actuó como debía, pero Su Majestad debería haberse mordido la lengua y mantener las formas. Yo hubiera hecho lo mismo y me identifico completamente con él, la diferencia es que Él es como bien se sabe “El mayor Diplomático de este país” y yo no.

 

              Olé por el Señor Zapatero ayer, pero qué mal el Señor Rajoy diciendo que llega tarde. La verdad es que el PP me está decepcionando mucho en las últimas semanas, y el Señor Zapatero me está sorprendiendo. Y además me creo tanto que lo hiciera de corazón como que le llamara con ese mismo órgano el Señor Aznar.